13 de setembre, 2012

'Clàssics', de Buxtehude a Monk



La revista de música clásica Scherzo dedica su portada de septiembre al pianista luxemburgués establecido en Barcelona Francesco Tristano. En la entrevista interior, firmada por Javier Pérez Senz, se anuncia el concierto que Tristano –que no se reconoce como pianista de jazz– ofrecerá el próximo 31 de octubre en el 44 Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona, primer concierto de un ciclo, Clàssics, que no es como los otros y en el que hemos puesto a dialogar al jazz con un concepto completamente abierto de «música clásica».

Estos son los seis conciertos de Clàssics, ciclo patrocinado por la Fundació de Música Ferrer-Salat:

Francesco Tristano
Piano & Electronics
Miércoles, 31 de octubre. Auditori (sala 2)
Pianista que combina sin solución de continuidad el repertorio clásico con sus aventuras electrónicas, Tristano inicia el ciclo en su condición, sobre todo, de pianista clásico (¿significa algo tal expresión?) abierto a la música de su tiempo y a todo tipo de aventuras, en especial en la música electrónica. En su repertorio, Buxtehude –una de las grandes influencias de Bach y objetivo del último disco de Tristano, publicado por Deutsche Grammophon–, obras originales del propio Tristano y, por encargo expreso del festival, Thelonious Monk. Que a su manera es tan clásico como Buxtehude.


Paolo Fresu & Quartetto Alborada
Domingo, 11 de noviembre. Auditori (sala 2)
Protagonista este año de la primera Carta Blanca del festival, el trompetista sardo Paolo Fresu propone el segundo de sus conciertos junto con el Quartetto Alborada, una formación camerística habitual de las programaciones clásicas y contemporáneas italianas. Juntos interpretan un repertorio que puede ir desde Händel hasta Arvo Pärt, pero también canciones populares y música original.

Lucian Ban Enescu Re-Imagine
Martes, 13 de noviembre. Auditori (sala 3)
Adorado por músicos como Yehudi Menuhin, George Enescu (a la francesa Georges Enescu) es uno de los compositores fundamentales del siglo XXI, pero asimismo un ilustre desconocido más allá de los círculos melómanos más curiosos. El pianista rumano Lucian Ban reinterpreta su obra al frente de un auténtico dream team del jazz contemporáneo (con un octeto que incluye nombres como Ralph Alessi, Tony Malaby, Mat Maneri, Mark Helias y Badal Roy, el hombre que llevó la tabla india hasta la música de Miles Davis).

Dan Tepfer
Variaciones Goldberg
Miércoles, 14 de noviembre. Institut Français
En un año en que el Institut Français ha entrado por la puerta grande como coproductor del festival, el cuarto concierto del ciclo Clàssics nos lleva hasta el històrico edificio de la calle de Moià. Dan Tepfer –que hace dos años ya dejó un muy buen sabor de boca en su dúo con Lee Konitz– reinterpreta las icónicas Variaciones Goldberg de Bach, pero no solamente tocando cada una de las célebres variaciones bachianas, sino añadiendo nuevas variaciones.

Enrico Pieranunzi
1685
Jueves, 22 de noviembre. Auditori (sala 2)
Tercer recital a piano solo del festival, esta vez a cargo del pianista italiano Enrico Pieranunzi, uno de los grandes del jazz europeo. Pieranunzi reinterpretará en Barcelona 1685, su último disco, un homenaje a tres de los grandes compositores de la historia de la música nacidos ese mismo año: Georg Friedrich Händel (23 de febrero), Johann Sebastian Bach (31 de marzo) y Domenico Scarlatti (26 de octubre). Un tour de force que Pieranunzi resuelve en uno de los discos más bellos del jazz reciente.

Francesco Bearzatti Tinissima Quartet
Sábado, 24 de noviembre. Auditori (sala 3)
Bien conocido en Europa –la Académie du Jazz Français le escogió como músico europeo del 2011–, Francesco Bearzatti regresa a nuestro festival con un proyecto cuya aparente irreverencia esconde una tremenda ambición: reinterpretar la música de Thelonious Monk con una base rítmica inspirada en clásicos del pop-rock. ¿Ejemplos? Blue Monk encima del riff de My Sharona (The Knack), Bemsha Swing sobre Another One Bites The Dust (Queen) y Straight No Chaser sobre Rock This Way (Aerosmith). ¿El resultado? Un concierto apasionante que cierra nuestro ciclo de clásicos con una especie de círculo perfecto.