04 de desembre, 2008

Harold López-Nussa:
¿de dónde son los pianistas?


Emulando al Son de la loma, habrá que preguntarse de dónde son los pianistas, por qué Cuba –a pesar de todas las circunstancias que vive la isla– es capaz de sacar generación tras generación de grandes artistas.

El mismo año en que el festival era inaugurado por Bebo y Chucho Valdés (algo así como un tronco insustituible de la música cubana), en que Chucho repetía luego con su impresionante noneto en Viladecans y en Sant Cugat, y en el que poco días antes había abarrotado la misma sala Omar Sosa (una estrella con constelación propia en el entramado afrocubano), Harold López-Nussa mantuvo el listón bien arriba.

Primera sorpresa: muchísimo público se dejó seducir de entrada por la propuesta del festival. Barcelona, una vez más, sabe ser curiosa.

Segunda sorpresa (relativa): un concierto de primera.

Mezclando sus composiciones con algunos estándares (o no) de la música cubana y por extensión latinoamericana (Jobim y Páez), López-Nussa dejó boquiabierta a la audiencia con un recital pletórico que demostró la fuerza de su propuesta y el poderío de su trío, que cuenta con el ancla tremenda de Felipe Cabrera al contrabajo (bravo, maestro) y el talento a la batería de su hermano menor, Ruy Adrián López-Nussa.

Atención a este nombre: Harold López-Nussa. Dará que hablar.

Éste fue el repertorio:



E'cha (Harold López-Nussa)

Olvido (Miguel Matamoros)

A Felicidade (con la colaboración de Swami Jr., guitarra) (Tom Jobin)

Pa' Phillippe (Harold López-Nussa)

El Manisero (Moisés Simons)

Mi Son Cerra'o (Harold López-Nussa)

Sobre el Atelier (Harold López-Nussa)

Bailando Suiza (Harold López-Nussa)

11 y 6 (con la colaboración de Rodney Barretto, batería) (Fito Páez)

La Jungla (Harold López-Nussa)

Sencillez (Harold López-Nussa)

Timbeando (Harold López-Nussa)

Contigo (César Portillo de la Luz)

Los Muñecos (Ignacio Cervantes)