Iniciamos con Rafael Águila una serie de artículos en los que cada uno de los músicos que participarán el próximo martes en el concierto Irakere 40! en el Auditori de Barcelona (toda la información aquí) nos cuentan qué significó para ellos en particular Irakere, y qué consideran que fue para la música en general. Águila, al saxo alto, es uno de los metales invitados para sumarse a Chucho Valdés y los Afro-Cuban Messengers.
Por Rafael Águila
Irakere ha sido un emblema: marcó una pauta y es una referencia para el mundo y para Cuba, porque fue la mezcla de nuestras raíces, de nuestros ancestros, con la aproximación al jazz, logrando ese sonido característico que influyó en el desarrollo de la propia música: los metales, el fraseo, todo cambió.
Cuba siempre se ha caracterizado por tener muchas buenas bandas, pero cuando llega Irakere el nivel de exigencia y de rigor de las bandas sube porque modernizó la manera de ver la música sin perder la raíz, con excelentes músicos que han sido referencia para todas las generaciones.
Es un privilegio muy grande que se haya contado conmigo para formar parte de esta revisión de la banda como saxofonista alto; si vamos a la historia, tenemos a Paquito D’Rivera, pero también a Germán Velasco, César López, Román Filiú: grandísimos saxofonistas que han sido influencia para los jóvenes en Cuba que han seguido sus pasos. Para mí es grandísimo ocupar este sitio al lado de Chucho, en una banda tan antológica como la que va a tocar en Barcelona el próximo martes 4 de noviembre.
(Transcripción: Carlos Ruffo)
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