Bebo Valdés tiene 90 años. Y su mayor temor es perder la memoria. Sin embargo, pasar una mañana con él es, además de un privilegio, una lección interminable de Historia y de historias. Bebo cuenta sus recuerdos con la intensidad de alguien que vive y ha vivido con pasión. Sus ojos plateados brillan y la emoción atropella sus palabras. Escucharle tocar pone la piel de gallina pero escucharle hablar es pura magia. En unas pocas horas puede contarte anécdotas de los músicos con los que ha tocado, hablarte de cuando conoció a Fernando Trueba, de las calles heladas de Estocolmo o de sus años de infancia en Cuba. Pero, a veces, en mitad de la conversación, Bebo olvida un nombre y, entonces, sonríe, mete la mano en el bolsillo y saca su libreta. La libreta de Bebo es como una memoria externa. En ella tiene apuntadas a las personas que conoció, a las personas que quiere, sus teléfonos y direcciones, las pastillas que debe tomar para la tensión o el hotel al que va siempre cuando viaja a Madrid. Las páginas de la libreta de Bebo son las páginas de su vida.
Elena
Elena
1 comentari:
M'agrada molt que expliqueu anecdotes dels artistes. Moltes gràcies!
Lluís
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